viernes, 24 de abril de 2009
También me parece una forma de violar la intimidad de las personas, puesto que las personas están siendo grabadas o fotografiadas mediante una cámara sin saberlo. No dan derechos para que los vídeos en los que ellos salen sean retrasmitidos bien por la televisión o bien a través de páginas web.
Tampoco estoy de acuerdo en que estos programas sean retrasmitidos a horas infantiles, debido a que muchas de las bromas que salen en los programas son poco educativas y pueden aprender de ellas. Debido a que los niños vean estos programas pueden hacerlo a compañeros de clase, de juegos extraescolares, etc...
Creo que esta es una de las cosas por las que debemos protestar y luchar para que quiten este tipo de programas no educativos en el respectivo horario infantil para la educación de los niños.
sábado, 17 de enero de 2009
Era rubia, de ojos claros, extremadamente delgada, y con cara de desesperación. Con
estos datos, miles de mujeres podrían ser identificadas en aquel mismo pabellón, está
claro que no sé nada sobre la chica con quien compartí celda y que me salvó la vida.
Mi padre era un oficial de alto rango de las SS. Hacía un año y medio que él mismo me
había recluido en el subcampo de concentración para mujeres de Melk en
Mauthausen por huir de la Alemania nazi. Que no tenía elección había sido sido su
explicación. Era la mayor estupidez que había oído hasta entonces, a mis quince años.
Siempre tenemos oportunidad de elegir, aunque eso suponga que una bala de taladre
cabeza. Por lo que pienso que no se vio obligado, si no que escogió prescindir de su
única hija.
Debido a su posición tenía algunos privilegios; una ración de comida un poco
más abundante, un trabajo no muy cansado; ajustaba tuercas en una fábrica de
armamento cercana, y solo compartía celda con otra chica.
Esta estaba enferma, supongo que de tuberculosis, y era muy reservada de hecho siempre pensé que no hablaba alemán hasta que un día, cuando llegó la noche, me llamó.
-Tú, mira en mi bolsillo.
Tosía, temblaba, sudaba. Pensé llamar a un guardia, pero luego me percaté de lo ridícula
que era mi idea, no eramos más que escoria para ellos. Así que gateé hasta ella y busqué
en el bolso de sus raídos pantalones. Saqué un libro, Main Kampf en letras negras.
Conocía el libro, era una autobiografía de Hitler en la que estaban reflejadas sus ideas
racistas. Mi padre lo llevaba siempre con él.
Lo abrí, a este le faltaban unas cuantas hojas, vi que sobre los textos alguien había
escrito. Fue entonces cuando ella me agarró por un momento y luego me soltó. La
toqué. Tenía los ojos cerrados, gotas de sudor discurrían por sus mejillas. Traté de
incorporarla pero pesaba demasiado. Entonces comprendí que todo sería nulo, había
muerto. .
Tras quedarme inmóvil durante unos minutos, pensando que debía hacer, recordé que aún tenía el libro en mis manos. Comencé a leer lo que un segundo escritor había anotado encima de las letras que querían dar razón al nazismo.
Era el esbozo de un posible escape. Ella pensó en descolgarse por la ventana y correr
hasta la alambrada, no sería imposible, los niveles de seguridad de aquel campo no eran
muy altos debido a que estábamos en medio de la nada, si alguien conseguía escapar moría
perdido. Seguí leyendo, al otro lado, fuera de los lindes del campo su hermano estaría
esperando. Mañana seré libre, rezaba la última anotación. Miré la fecha, lo había escrito
ese mismo día.
Me asomé y miré la garita, avancé la vista hasta la alambrada y más allá vi el bosque. Dos
minutos después vi como el centinela recogía y se iba; el cambio de turno. Era mi
oportunidad.
Con el salto me rompí los tobillos. El dolor se me hacía imposible, pero esto no me
detuvo. Corrí, me caí, me arrastré, me levanté y traspasé la alambrada. Me desplacé,
como pude, al rededor de medio kilómetro más, hasta que le encontré.
-Hermana.- me cogió en brazos.
Aún no le dicho la verdad. No lo veo necesario, los dos sabemos que yo no soy su
hermana, pero ahora ambos somos libres y la mentira es un poco más dulce.
viernes, 16 de enero de 2009
Crepúsculo.
·Dirigida por Catherine Hardwicke y producida por Mark Morgan, Greg Mooradian y Wyck Godfrey. Está basada en el best seller mundial escrito por Stephenie Meyer. Melissa Rosenberg es la gionista que lo ha adaptado a la gran pantalla.
El filme está protagonizado por Robert Pattinson, como Edward Cullen, y por Kristen Stewart, como Bella Swan.
·Bella Swan, una chica que parece no encajar en ningún sitio, decide mudarse a Forks, con su padre, cuando su madre se casa por segunda vez.
En ese recondito pueblo conoce a Edward Cullen, un chico inteligente, ágil e infinitamente guapo., con el que pronto mantiene una estrecha amistad.
Bella pronto descubre que Edward y su familia son vampiros, pero pero para entonces ella ya está lo suficientemente enamorada como para no alejarse de él. Desde el momento en que ella de dice que conoce su secreto, comienzan una dificil relación; él desea su sangre.
·Los personajes principales son: Edward y Bella. Edward y su familia son vampiros, pero no se alimentan de sangre humana, no quieren ser unos asesinos, lo que no quiere decir que no la deseen. No envejecen, se mantienen etéreos en el tiempo. Ama a Bella y teme hacerle daño con su desmesurada fuerza.
Bella es una chica muy tímida, que se cree totalmente prescindible para el mundo.Es tan solo una frágil humanas. Se enamora de Edward.
·La historia discurre en la actualidad en un pequeño pueblo, Forks(Washignton, USA).
·Destaca la banda sonora.
jueves, 15 de enero de 2009
21.Una dieta nos aporta suficientes antioxidantes. Científicamente se ha visto que la
acumulación de radicales liberales (sustancias químicas que producimos frente al sol, la
contaminación…) puede causar envejecimiento celular y algunas enfermedades y que
los antioxidantes son una buena opción para combatirlos.
La mejor fuente de antioxidantes es una dieta variada, moderada y equilibrada, como la
mediterránea, frente a los antioxidantes aislado (los complemento alimenticios), ya que
estos últimos tienen resultados bastante deficientes.
22. a_ Desarrollo sostenible, energías limpias, energías renovables, energía solar,
energía eólica, reutilización, emisiones contaminadas, medio ambiente.
b_ 1.El G-8 es incapaz de llegar a un acuerdo ya que las ciudades y las empresas tienen
y realizan sus propias iniciativas.
2. El cambio climático es una oportunidad para explotar las energías renovables.
3. Las compañías deben adelantarse a la escasez de agua y gestionarla bien.
4. Las empresas usarían las energías renovables si fueran penalizadas por no hacerlo.
c_ 1. Las ciudades limitan las emisiones que afectan al transporte público.
Las empresas ven una oportunidad para crear nuevas empresas y reducir costes
energéticos.
2.La inversión en energías renovables aumentó un 60%.
Hoy en día los costes de producción de energías renovables son mucho más bajos.
3.España debe gestionar bien el agua.
4.Los negocios y el medio ambiente deben de ser compatibles para así poder radicar el
cambio climático.
d_
-limita las emisiones que afectan al transporte
público.
Ciudades - “ “ a la edificación.
- “ “ a la ordenación del suelo
urbano.
Gestión
El
-creación de nuevas empresas.
Empresas
Cambio -reducir costes energéticos.
Clima-
Tico. -Su inversión aumento un 60% entre 2oo4 y 2oo6
E.renovables
-Su precio de producción ha descendido considerablemente.
-Mejorar la gestión adelantándose a lo que pueda suceder.
Soluciones
-Que el gobierno penalice a los contaminadores.
f_ En la actualidad la inversion el energías renovables a aumentado cosiderablemente, y su precio de producción a descendido. Esta es una medida para paliar el cambio climático, pero no solo eso, tambien es una oportunidad para la creación de nuevas empresas y la reducción de costes enegéticos.
Es preciso adelantarse y gestionar nuestros recursos para lo que pueda pasar en un futuro no tan lejano. Por esta razón y para que las empresas utilicen energías limpias y se acaten los acuerdo realizados por el G-8, el gobierno debería penalizar a los contaminadores.
domingo, 11 de enero de 2009
TAREA ONCE
rapidez estaba segura de si Eike me encontraba allí, hurgando entre sus cosas, se
enfadaría mucho.
Hacía tan solo un mes que trabajaba en la biblioteca del señor Linden, un hombre
joven, alto e indiscutiblemente guapo. No se sabía mucho de él. Un año antes había
llegado al pueblo y había reabierto la vieja biblioteca del pueblo. No tenía pintas de
bibliotecario, de hecho no comprendía el porqué lo llamaban “señor”, no era mucho
mayor que yo, aunque bueno, supongo que imponía respeto. A pesar de sus dulces
rasgos Eike Linden era bastante distante, como si creara una barrera entre el y el resto
del mundo. Excepto conmigo. A mis padres no les hizo ni una pizca de gracia que me
contratara para trabajar en la biblioteca. Bien pensado, ¿cuál era la razón para
contratarme cuando todos los lectores que podían acercarse eran no más de una decena,
debido a, en fin, su especial carácter? Pero en aquel momento me pareció, al menos, no
mala idea y además el dinero no me venía mal. Así que les dije a mis padres que ya
tenía 17 años y que debían confiar en mi. Había sonado convincente.
Oí un ruido. Me giré y le vi. Estaba tras de mi, quieto, de pie, apoyado en el marco de
la puerta. Me fijé en su expresión, no parecía enfadado.
-Sofía, ¿qué haces aquí? ¿no sabes leer?- dijo señalando la placa metálica de la puerta
que rezaba: privado.
-Eike…yo no…yo…-no tenía ni idea de que decir, así que agaché la cabeza, muerta de
vergüenza y concluí-…lo siento.
Levanté la vista. Se acercaba a mi.
-Eh… que no pasa nada-le daba la risa.- que no te voy a comer ni nada parecido, que a
pesar de lo que digan todos esos pueblerinos no soy tan raro.-me dedicó una enorme
sonrisa.
-¿Con que te parecemos unos pueblerinos eh?.-pregunté aparentemente molesta.
Continuaba sonriendo. Decidí dejarlo pasar, sabía que lo había dicho en broma. Mi
mirada se perdió y se posó en el libro que había estado ojeando hasta que había llegado
él.
-¿Sabes qué?- se giró, tomó el libro y se volvió hacia mi-Voy a dejarte este libro- me lo
tendió y de repente, con el libro en mis manos volví a sentir la humedad.-Eres
inteligente y muy buena chica, creo que podrás entender y apreciar lo que este libro
significa para mí.- se acercó aun más-Además confío en ti, porque puedo confiar en ti
¿no?- me escudriñó con la mirada.
-Sí –al menos yo confiaba en él.
De camino a casa me encontré con Ralph. Era un poco pesado, había estado detrás de
mí en el colegio y se sentía muy protector conmigo, bueno eso decía él.
-¡Hey! Sofía espera.- me alcanzó corriendo, resbalando en la calle mojada y tirando
todas mis cosas al suelo. Definitivamente era tonto.-¿y este libro?-preguntó sosteniendo
el libro que me había prestado Eike.
-Es mío, bueno me lo ha prestado el señor Linden.-dije tendiéndole la mano para que
me lo devolviera pero, como no, hizo caso omiso.
-¿Y de que va?-lo abrió, pero antes de que pudiera leer nada se lo arrebaté.
-Es privado Ralph. Es de su colección personal.-era un cotilla y ya me estaba cansando.
-Ese tipo es muy raro, yo que tú volvía, le tiraba el libro a la cabeza y no volvía más.-
concluyó.
-Ya claro, y luego vengo y te pido que te cases conmigo ¿no?-estaba enfadada. Yo
confiaba en Eike.
-Hombre no es preciso, pero si ese es tu deseo…yo no te voy a privar.
Lo que siguió fue una de esas muecas suyas que lo único a lo que pueden incitarte es a
vomitar.
-Vete a la mierda y déjame en paz. Puedo cuidar de mi solita.
Recogí mis cosas y me fui. Quizá me hubiera pasado un poco, pero que más daba…se
había quedado riendo, no se tomaba nada en serio.
Cuando llegué a casa me fui, alegando cansancio, directa a mi cuarto. Comencé a leer
el libro.
Era un diario, el diario de un chica rubia, menuda a la que le encantaban las plantas.
Pasaba el tiempo en el invernadero, donde conoció a su novio. Todo iba bien hasta que
un día Hanni, así llamaba a su guapo y educado chico, le trajo unas esporas que
prometían un planta preciosa. Aquella misma noche un de las esporas, transportada por
el aire, anidó en el interior de la chica. La planta la consumió poco a poco y fue Hanni
quien prometió cuidarla y buscarle un cuerpo para cuando ella dejara de respirar como
lo hacia entonces.
Me quedé dormida profundamente, con el libro entre mis manos, y supongo que fue
entonces cuando comenzó a salir. Finas ramas envolvieron mis manos, mis brazos. Me
desperté e intenté abrir los ojos, no podía, pesaban toneladas. Intenté moverme,
levantarme, sacudirme la infinidad de ramitas que ya envolvían mi cuerpo, gritar, pero
no podía, ya era tarde. Sentí como unas finas ramitas penetraban en mis fosas nasales.
Llegaron a mi cerebro envolviéndolo, horadándolo. Yo lloraba pero ni una sola lágrima
salió de mis sellados ojos. Sentía mucho dolor, mucho. Pero a los pocos segundos
acabó, no sentí más.
Mi ángulo de visión cambió. Me vi levantarme de la cama, bueno, vi a mi cuerpo
levantarse y recoger el libro que permanecía cerrado sobre la alfombra.
-Eh me gusta este cuerpo, Hanni lo ha hecho realmente bien.-¡¿qué?!
En ese momento abrió mi ventana y se precipitó al exterior. Afuera estaba Eike,
esperando. Cuando se encontraron se abrazaron, se besaron y se separaron para mirarse.
-Te he echado de menos.-dijo ella.
-Y yo. Siento haber tardado tanto pero es que no encontraba un cuerpo lo
suficientemente bueno para ti. Se que han sido muy duros estos dos años.-la miraba con
admiración.
-Bueno Hanni, no han sido los dos años más felices de mi vida eso está claro, pero el
hecho de haber estado nidada en mi diario, pudiendo deslizarme sobre nuestra historia
me ha ayudado mucho- miró mi cuerpo-..y bueno la verdad es que no esta nada mal..-
levantó la mirada- Te quiero.
-Yo si que te quiero- y la deslumbró con una de sus maravillosas sonrisas.
Estoy segura de que si hubiera visto este reencuentro en otro momento habría soltado
alguna lagrimilla, pero claro si valoramos que acababan de traicionarme y robarme mi
cuerpo sin además no tener ni pajolera de lo que se suponía que iba a pasar, hacerlo
entonces hubiera sido, como poco, ridículo e idiota.
-Lo único que me siento un poco mal por esa pobre chica.-vaya que considerada…
-Y yo. Vamos debemos irnos cuanto antes.-se volvió, levanto a la mirada hacia mi
ventana, y como si me estuviera viendo me susurró-: Adiós.
Y allí me quedé yo, viendo como se iban, con cara de gilí o lo que se supone que tenga
ahora.
Un muchacho de Creta había recibido el regalo de una cría de dragón, a la que cuidaba con mucho cariño. Su cabeza afilada estaba coronada por dos grandes puntiagudas orejas. Sus pequeños y saltones ojos se movian siempre con rapidez. Pero a pesar de su noble carácter, había momentos en los que no podía reprimir su naturaleza, por lo que a medida que iba creciendo los problemas aumentaban con él.Cuando la cría fue mayor, los habitantes de la ciudad obligaron al muchacho a que llevase al dragón al desierto.
-Ya no puede seguir conviviendo con nosotros.-acusó un vecino un tarde en la plaza .-Mira Juan debes comprender que tu dragón supone un peligro para nosotros.
-Sabes que nunca os haría daño.-dijo el muchacho.
-Sabemos que es una criatura noble, pero entiende que no es más que eso, un criatura. Y, hay veces que no puede remediar su naturaleza.-dijo otro vecino.
El hombre tenía razón el dragrón se comía los rebaños y además asustaba a los niños.
-Debe irse.-sentenciaron al fin.
-Pero, ¿cómo voy a llevarmelo? y, ¿ a dónde?.-preguntó Juan.
-Te lo llevarás al desierto, allí no hará daño a nadie. Esta noche, cuando llegues a casa le hablarás, le dirás que vais a hacer un viaje. Cuando esteis lo suficientemente lejos... le abandonarás.
El muchacho lo hizo así, llorando amargamente.Años más tarde, este joven, que ya era un hombre, regresando de cazar, fue atacado por unos ladrones y gritó pidiendo auxilio. El dragón, que estaba cerca, reconoció la voz de su protector y acudió en su socorro, librándolo del peligro. Y así le dio muestra de su gratitud.